Las declaraciones de ambos han revelado una profunda fractura en la dinastía Aguilar. La raíz del conflicto es un distanciamiento de años.

En una entrevista, Pepe Aguilar fue contundente al afirmar: “No me ha hablado en dos años el güey, yo no conozco a mis nietas”.

Esta declaración pone de manifiesto la falta de comunicación y la desconexión con la vida de su hijo. Por su parte, Emiliano ha expresado públicamente su tristeza y sentimiento de soledad ante la situación, confesando que, a pesar de su imagen ruda, “obviamente siempre quiere el amor de su padre y de la familia”. El joven rapero acusa a su padre y a sus medios hermanos, Ángela y Leonardo, de excluirlo del núcleo familiar.

En medio de esta tensión, el programa ‘Ventaneando’ reveló una fotografía que muestra a Pepe Aguilar conociendo por primera vez a una de sus nietas en un restaurante. El encuentro, según se informa, fue gestionado por la madre de la niña, aparentemente sin la aprobación de Emiliano. Este tímido acercamiento, aunque potencialmente positivo, se da en un contexto de reproches públicos, incluyendo la intervención de Marcela Rubiales, hermana de Pepe, quien ha defendido al cantante y criticado a su sobrino, añadiendo otra capa de complejidad al conflicto familiar.