La pareja habría estado viviendo por separado desde principios del verano, con Urban mudándose a su propia residencia en Nashville. En medio de los rumores sobre una posible infidelidad por parte del cantante con una mujer más joven, Kidman ha buscado el apoyo de su familia, especialmente de su hermana Antonia. Un aspecto notable que ha resurgido es una cláusula en su acuerdo prenupcial, apodada por la prensa como la "cláusula de la cocaína". Esta estipulaba que Urban recibiría 600 mil dólares por cada año de matrimonio en el que se mantuviera sobrio. Dado que el cantante ingresó a rehabilitación poco después de su boda en 2006, con el apoyo crucial de Kidman, y no ha tenido recaídas públicas, podría recibir una compensación millonaria, estimada en hasta 11 millones de dólares. Los documentos de divorcio también incluyen un plan de crianza para sus dos hijas, Sunday Rose y Faith Margaret, donde se solicita que Kidman tenga la custodia principal durante 306 días al año.

A pesar de la ruptura, ambos han mantenido un perfil público discreto, sin emitir declaraciones oficiales detalladas.