En la víspera de la sentencia, Combs adoptó una estrategia de clemencia, enviando una carta al juez en la que se proclamaba un “hombre renovado” tras un año en prisión. “Mi antiguo yo murió en la cárcel y una nueva versión de mí renació”, escribió, pidiendo perdón por su “repugnante, vergonzosa y enfermiza conducta”.

Durante la audiencia, rompió en llanto al ver un video sobre su vida. Sin embargo, su exnovia, Cassie Ventura, una de las principales denunciantes, desestimó su arrepentimiento en una carta al juez, calificándolo como “el manipulador, el agresor, el abusador” que conoció y pidiendo que la sentencia reflejara la gravedad de sus actos. El juez Arun Subramanian, al dictar la condena de cuatro años y dos meses, pareció tomar en cuenta la violencia exhibida en un video donde Combs golpeaba brutalmente a Ventura, afirmando que la sentencia debía adecuarse a la gravedad de los delitos y su efecto en las víctimas. La reacción de otros artistas, como 50 Cent, fue de burla, evidenciando las divisiones en la industria musical.