La controversia se centra en las revelaciones que Rivera hizo sobre su supuesta relación en su libro autobiográfico "Tragos Amargos". La respuesta de Belinda a las continuas declaraciones de Lupillo Rivera ha sido contundente y estratégica, optando por la vía legal en lugar de la confrontación mediática directa. A través de su despacho de abogados, Maceo, Torres y Asociados, la cantante presentó una querella formal el 2 de octubre, acusando a Rivera de divulgar hechos de su esfera íntima sin consentimiento. Como resultado, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México le otorgó medidas de protección, que incluyen la prohibición a Rivera de contactarla, realizar publicaciones ofensivas y la orden de retirar contenido existente.

Además, se le ha requerido someterse a tratamiento psicológico.

Esta estrategia legal posiciona a Belinda como una víctima de violencia digital y mediática, amparándose en la Ley Olimpia y buscando sentar un precedente.

Por su parte, la respuesta de Lupillo Rivera ha sido multifacética y desafiante. Inicialmente, reaccionó con sarcasmo a la declaración de Belinda de que era una "persona irrelevante", diciendo irónicamente: "No estoy a su altura".

Tras la denuncia, publicó un video en Instagram donde, entre risas, bromeó: "Dicen que mi libro tiene mil mentiras.

¡No es cierto!

Les puedo asegurar que no son mil… ¡son 999!".

Adicionalmente, en entrevistas, ha seguido alimentando la polémica, llegando a confesar que una vez perdió un celular con "muchas cosas muy, muy fuertes" de su supuesta relación. La estrategia de Rivera parece ser la de no retroceder, utilizando el humor y nuevas revelaciones para mantener el control de la narrativa y seguir generando interés en su libro.