"Wendy no se puso mala copa, todo mundo andábamos felices.

Wendy y yo jamás podríamos pelearnos", afirmó, explicando que el lenguaje corporal se debía a que Guevara le estaba contando un chisme en voz alta por la música.

Guevara respaldó esta versión en sus redes sociales, negando la pelea y comentando con ironía en una publicación: "Ayy no mms.

Nada que ver tu chisme".

Nicola Porcella también las defendió, asegurando que "son íntimas".

Respecto al segundo incidente, donde Guevara fue captada gritándole "¡mueble!"

a la exconcursante Priscila Valverde, la influencer ha manejado la situación como una broma, acorde a su personalidad pública.

En una transmisión en vivo, se burló de las críticas diciendo: "Me pusieron mala copa, me siento triste, qué vergüenza", y aclaró que tanto ella como Priscila se rieron juntas del momento, minimizando el hecho y enmarcándolo dentro del ambiente festivo.

Esta estrategia dual de desmentido formal y humor sarcástico les permitió controlar la narrativa y apagar la controversia eficazmente.