"Sí, sé que se va a casar y estoy muy feliz por ella", declaró, antes de añadir una frase que fue analizada por su aparente carga emocional: "Mira, tiene vida, ya es billonaria (sic) y pues... estoy agradecida que pude hacer eso por ella". Este comentario fue interpretado no como un reproche, sino como una forma de cerrar un ciclo, subrayando que su donación fue un acto desinteresado y no una deuda.

Raisa también desmintió rumores pasados sobre su supuesto enojo por el estilo de vida de Gomez post-trasplante, calificándolos de "sinsentido" y afirmando que "solo ambas saben lo que realmente sucede". Por su parte, la respuesta de Selena Gomez ha sido indirecta; en lugar de abordar la ausencia de Raisa, ha centrado su comunicación post-boda en su amistad con Taylor Swift, a quien describió como su apoyo durante casi 20 años. Esta estrategia de enfoque selectivo refuerza la percepción de que la amistad con Raisa ya no es una prioridad en su vida pública, dejando que el silencio y las acciones hablen por sí mismos.