La respuesta de Spears ha sido directa y pública. A través de sus redes sociales, calificó las acciones de su exmarido como “extremadamente dolorosas y agotadoras” y una forma de “constante gaslighting”. En un mensaje, la cantante lamentó la falta de contacto con sus hijos, afirmando: “Siempre he suplicado y gritado para tener una vida con mis hijos”. Su equipo legal también emitió un comunicado, sugiriendo que Federline busca un beneficio económico con el libro, ya que su publicación coincide con el fin de la manutención infantil.

Spears añadió: “Si de verdad quieres a alguien, no le ayudas humillándolo”.

La cantante ha defendido su capacidad como madre y ha pedido que se respete su vida privada, asegurando que es “una mujer bastante inteligente que ha estado tratando de vivir una vida sagrada y privada durante los últimos cinco años”.