Ambas partes se han presentado en los juzgados de Cuernavaca para abordar la impugnación del testamento, en medio de versiones contradictorias sobre los derechos del hijo menor del cantante, José Julián. La controversia judicial se centra en la autenticidad y el manejo del testamento de Julián. Según ha trascendido, Imelda Tuñón ha decidido aclarar la situación en los tribunales, no por ambición, sino para asegurar la justicia para su hijo, quien es el heredero universal.

Una de las principales irregularidades señaladas es que a Tuñón nunca se le notificó oficialmente sobre los procedimientos legales, ya que las notificaciones llegaban al domicilio de Maribel Guardia. El abogado y esposo de Guardia, Marco Chacón, quien ha asumido un rol activo en los temas administrativos, supuestamente no dio respuesta a las autoridades ni a la parte de Imelda. Por su parte, Maribel Guardia ha intentado mantener una postura conciliadora, declarando ante los medios su principal interés: “Yo quiero lo mejor para el niño (su nieto), en el testamento el heredero universal es José Julián, pero yo no lo intesté. Yo no tengo vela en este entierro”.

A pesar de su serenidad, la situación ha tenido un costo emocional, ya que la actriz ha expresado su tristeza por no poder ver a su nieto desde hace meses, afirmando: “No sé si lo voy a volver a ver.

Me llevo lo mejor de ese niño porque lo tuve desde que nació y hasta los ocho años”.