En una confesión adicional, admitió haber sentido como si tuviera “un poco del síndrome de Estocolmo”, ya que “siempre me sentía muy mal y siempre lo protegía y siempre quería ayudarlo”.

El estrés, según relata, se ha visto agravado por su rol como principal cuidadora de sus cuatro hijos, afirmando que West no ha tenido contacto con ellos en meses, mientras que en redes sociales la acusa de mantenerlos alejados.

“Me siento más estresada probablemente solo porque tengo que proteger a mis hijos”, explicó.

Los artículos informan que un aneurisma cerebral es una protuberancia en un vaso sanguíneo del cerebro y, aunque el estrés no es una causa directa, puede influir en los factores de riesgo. Esta confesión de Kardashian pone en perspectiva el impacto tangible que la presión emocional y el escrutinio público pueden tener en la salud de una persona.