Sin embargo, poco después descubrió que había sido engañada.

La influencer compartió su indignación y tristeza en sus redes sociales, expresando: “No me duele el dinero, me duele que exista gente mala”. La modelo confirmó que el caso era inexistente y que se habían aprovechado de su “bondad y de sus ganas de ayudar”.

Como respuesta a este fraude, Karely Ruiz anunció un cambio en su método para realizar donaciones.

Aseguró que será mucho más estricta y que en el futuro solo apoyará a través de organizaciones formales y verificadas. “No vuelvo a confiar así, de ahora en adelante solo ayudaré a fundaciones reales”, declaró, dejando una lección sobre la importancia de la precaución en los actos altruistas en la era digital.