“Tengo un silbido muy fuerte cuando respiro por la nariz. Me pasa porque tengo lo que se llama un tabique perforado. Es por lo que ustedes creen que es”, explicó, aludiendo al consumo de drogas.
Con una mezcla de ironía y seriedad, lanzó una advertencia directa: “No consuman drogas, chicos...
No lo recomiendo porque me arruinó la vida”.
Jackson, quien cumplió seis años de sobriedad, explicó que no se someterá a una cirugía reconstructiva por temor a una recaída, ya que el procedimiento requeriría el uso de analgésicos.
“Llevo seis años sobria y no quiero joder con eso”, afirmó.
Su manejo de la situación incluyó humor negro, bromeando que puede “meter un espagueti por una fosa y sacarlo por la otra”.
Esta revelación se enmarca en su largo y público proceso de recuperación.
Tras la muerte de su padre, Jackson luchó contra la depresión, autolesiones y adicciones a la heroína y el alcohol, temas que ha abordado con franqueza para promover la conciencia sobre la salud mental.








