La policía hondureña afirmó que el hombre era uno de los “pilotos privados” del cantante, lo que inmediatamente vinculó al artista con actividades ilícitas.

Ante la gravedad de la acusación, Julión Álvarez utilizó sus redes sociales para desmentir la información. A través de sus historias de Instagram, el cantante emitió un comunicado pidiendo a sus seguidores y a los medios “hacer caso omiso a la información falsa”. Su estrategia de respuesta se centró en la transparencia, identificando a los miembros de su equipo para disipar dudas. “Mi piloto, José Alvarado, y copiloto, Jesús Cortez, así como parte de mi equipo de trabajo y un servidor, viajamos hace unas horas en un Learjet 31, sin ningún inconveniente y nos encontramos ya en territorio mexicano”, manifestó el artista.

Con esta declaración, no solo negó la relación con el detenido, sino que confirmó que su equipo estaba completo y seguro en México. La rápida aclaración fue crucial para controlar la narrativa y evitar que el rumor escalara, desvinculando su imagen de las serias acusaciones de narcotráfico.