El éxito del filme se atribuye a la excepcional calidad de animación del estudio Ufotable, que combina técnicas tradicionales con CGI de vanguardia, y a una narrativa que equilibra acción intensa con un profundo desarrollo emocional de sus personajes. Este fenómeno cultural no solo reafirma la creciente popularidad del anime en Occidente, sino que también desafía las percepciones tradicionales de la industria cinematográfica.