Iñárritu reconoció que su separación fue “muy dolorosa, originada por el desencuentro de diferentes puntos de vista, pero también azuzada por muchas otras personas e intereses”. Sin embargo, destacó que el aniversario de la cinta fue el marco perfecto para sanar viejas heridas. “En un mundo lleno de odio e intolerancia, hemos decidido reconstruir esa hermandad que siempre tuvimos”, expresó el cineasta antes de presentar a Arriaga como su “querido hermano”. Por su parte, el guionista confirmó que el reencuentro se había dado un día antes, sellando la paz tras casi dos décadas. El evento también sirvió para reflexionar sobre el profundo impacto cultural de la película. Iñárritu señaló que Amores Perros “capturó ese momento” de un México joven y lleno de oportunidades, rompiendo con los estereotipos que limitaban la visión del país en el extranjero y en el propio cine nacional. Gael García Bernal, protagonista de la cinta, añadió que el filme generó una “oleada que también creo que trascendió de una manera muy personal” en toda Latinoamérica, inspirando a otros a ser más ambiciosos con la libertad de expresión. La celebración se complementa con el reestreno de una versión restaurada en 4K en cines a partir del 9 de octubre y en la plataforma MUBI el 24 del mismo mes, un concierto de Gustavo Santaolalla y la instalación inmersiva “Sueño Perro” en LagoAlgo, creada por Iñárritu con material inédito de la filmación.