“Los adolescentes son el personaje perfecto porque carecen todo el tiempo de algo”, explicó el director, señalando que el conflicto central del protagonista, atrapado entre el deber familiar y su despertar romántico, fue la “gasolina” que impulsó la narrativa. El guion, coescrito con Vanesa Garnica, explora la dinámica de una familia mexicano-estadounidense sin redes de apoyo en un país ajeno. Garnica destaca que la enfermedad del padre, Néstor, interpretado por Gustavo Sánchez Parra, intensifica su aislamiento al no dominar el inglés y depender económicamente de su esposa. Para Eimbcke, el filme es una reflexión sobre cómo una sociedad se define por el cuidado que brinda a sus enfermos, un tema en el que considera que “estamos en pañales”.
La película también resalta la importancia de los objetos como representaciones dramáticas, citando a los hermanos Dardenne: “el cine ama los objetos”.
En “Olmo”, un radio y un asador adquieren un protagonismo simbólico que enriquece la narrativa visual y emocional del filme, que aún no tiene fecha de estreno comercial en México.












