Su enfoque, según sus propias palabras, está impregnado de su identidad: “Hace tiempo me preguntaron cómo es que lograba ver en lo horroroso algo bello y en lo bello algo horroroso.

La respuesta fue muy simple: porque soy mexicano”.

La estrategia de distribución también ha sido notable, optando por un circuito de cines independientes y culturales en 24 estados, evitando las grandes cadenas comerciales.

Esta decisión busca ofrecer una experiencia más íntima y accesible, en sintonía con el carácter artesanal de su cine.

Adicionalmente, durante la promoción, Del Toro ha reafirmado su postura crítica frente a la inteligencia artificial en la industria creativa, llegando a declarar en una proyección: “La IA se puede ir al c&$rajo”, defendiendo su película como una “ópera hecha por humanos y para humanos”.