Netflix estrena la serie mexicana "Nadie nos vio partir", un drama basado en la impactante historia real de la escritora Tamara Trottner. La producción, protagonizada por Tessa Ía y Emiliano Zurita, aborda el secuestro parental y la violencia vicaria en el contexto de la alta sociedad mexicana de los años 60. La trama, inspirada en la novela homónima de Trottner, narra la historia de Valeria, una madre que, tras un fin de semana, descubre que su esposo Leo ha desaparecido con sus dos hijos. Lo que sigue es una búsqueda desesperada a través de varios países, mientras Valeria enfrenta el estigma social y la falta de apoyo en una época donde los derechos de las mujeres eran limitados.
La historia real es aún más cruda: la propia autora fue secuestrada por su padre a los cinco años, junto a su hermano, y llevada por Europa durante casi tres años como un acto de venganza.
Trottner ha descrito la experiencia como una herida que “tarda toda una vida en cerrar”.
La serie, dirigida por un equipo que incluye a Lucía Puenzo y Samuel Kishi, explora las complejidades de la situación desde múltiples perspectivas, incluyendo las de los abuelos, interpretados por Juan Manuel Bernal y Flavio Medina, quienes representan las presiones y lealtades familiares que impulsaron el conflicto. Tessa Ía, quien interpreta a Valeria, destacó la vigencia de la historia: “Es importantísimo que historias así, que suceden en la vida real, se compartan y se difundan, para tampoco no sentirnos tan solas”. La producción se ha posicionado rápidamente entre las más vistas de la plataforma en México, generando un debate sobre una forma de violencia a menudo silenciada.
En resumen'Nadie nos vio partir' lleva a Netflix una dolorosa historia real de secuestro parental, destacando la problemática de la violencia vicaria. Con un elenco sólido y una narrativa multi-perspectiva, la serie ha conectado con el público mexicano, convirtiéndose en un éxito inmediato y abriendo un necesario diálogo social.