La historia real es aún más cruda: la propia autora fue secuestrada por su padre a los cinco años, junto a su hermano, y llevada por Europa durante casi tres años como un acto de venganza.

Trottner ha descrito la experiencia como una herida que “tarda toda una vida en cerrar”.

La serie, dirigida por un equipo que incluye a Lucía Puenzo y Samuel Kishi, explora las complejidades de la situación desde múltiples perspectivas, incluyendo las de los abuelos, interpretados por Juan Manuel Bernal y Flavio Medina, quienes representan las presiones y lealtades familiares que impulsaron el conflicto. Tessa Ía, quien interpreta a Valeria, destacó la vigencia de la historia: “Es importantísimo que historias así, que suceden en la vida real, se compartan y se difundan, para tampoco no sentirnos tan solas”. La producción se ha posicionado rápidamente entre las más vistas de la plataforma en México, generando un debate sobre una forma de violencia a menudo silenciada.