El filme, protagonizado por Oscar Isaac y Jacob Elordi, es una reinterpretación personal y emocional del clásico de Mary Shelley, destacada por su estética gótica y sus profundas referencias artísticas. Tras décadas de anhelar llevar a la pantalla su propia visión de ‘Frankenstein’, Guillermo del Toro ha materializado un proyecto que la crítica describe como una de sus obras más personales y visualmente impactantes. La película, que tuvo un estreno limitado en cines antes de su lanzamiento global en Netflix el 7 de noviembre, alcanzó 29.1 millones de visualizaciones en sus primeros tres días. A diferencia de adaptaciones previas centradas en el terror, la versión de Del Toro explora temas como el abandono paternal, la soledad y la búsqueda de humanidad, enfocándose en la relación entre el creador, Victor Frankenstein (Oscar Isaac), y su creación (Jacob Elordi). El director ha descrito la novela como “el libro adolescente por excelencia”, y su enfoque se centra en el drama emocional.

La producción destaca por su meticuloso diseño de producción, con locaciones en Escocia, Canadá e Inglaterra, y un maquillaje prostético para Elordi que requería hasta 11 horas de aplicación. Además, la cinematografía rinde homenaje a obras de arte clásicas como ‘La creación de Adán’ de Miguel Ángel y pinturas de Caravaggio, integrándolas como un lenguaje visual que enriquece la narrativa. Este enfoque, junto con el elogio de cineastas como Francis Ford Coppola, quien la calificó como una “composición elegante y única”, consolida a ‘Frankenstein’ como un hito en la filmografía del director mexicano.