Este éxito reafirma la trascendencia del anime en la industria cinematográfica actual. En Estados Unidos, ya se ha convertido en la película de habla no inglesa más taquillera de la historia. La obra, basada en el manga de Koyoharu Gotouge y animada por el estudio Ufotable, es elogiada por establecer un nuevo estándar en la animación gracias a sus deslumbrantes efectos visuales y sus acrobáticas secuencias de batalla, consolidando a "Demon Slayer" como uno de los animes más importantes de los últimos años.