El restaurante O Velho Eurico es citado como un ejemplo emblemático de este movimiento.

Las 'neo-tascas' se caracterizan por reinterpretar platos clásicos portugueses con un enfoque en la calidad del producto y técnicas modernas, pero manteniendo un ambiente relajado y precios accesibles.

Este fenómeno es visto no como una moda pasajera, sino como una forma de hacer 'cocina honesta' que responde a la demanda de experiencias auténticas y de calidad. Estos espacios representan una reinvención de la tasca típica, adaptándola a un público contemporáneo que valora tanto la tradición como la innovación, pero en un contexto informal. La discusión en torno a este concepto plantea si se trata de una moda o de una nueva forma de entender la restauración, una que prioriza la sustancia sobre la ceremonia, ofreciendo una alternativa atractiva al circuito de 'fine dining'.