El diseño arquitectónico equilibra tradición y modernidad, con grandes superficies acristaladas, azulejos artesanales de Viúva Lamego y un predominio de la madera natural que evoca el diseño portugués de mediados del siglo XX. La cocina abierta, con una parrilla de doce metros como protagonista, permite a los comensales observar la preparación de los alimentos. El menú se centra en la parrilla, con el pollo asado al carbón como plato principal, servido con patatas fritas y dos salsas a elegir. Además del pollo, la carta incluye otras carnes como el chuletón de ternera y cerdo ibérico, así como pescados a la brasa como bacalao, pulpo y brochetas de calamar y camarón.
También se ofrece una opción vegetariana, el 'Brás de legumes'. La oferta se complementa con entradas tradicionales, postres caseros portugueses y una carta de bebidas que incluye cócteles, sangrías y una selección de vinos de diversas regiones del país.







