Actualmente gestionado por los nietos del fundador, Rui y Helena Fialho, el restaurante mantiene intacta la esencia que lo hizo famoso. Según Rui Fialho, el secreto de su longevidad es la “consistencia”, un principio que aplican rigurosamente al mantener la calidad de la materia prima y la fidelidad a las recetas originales. La cocina, liderada por una chef que lleva 40 años en la casa, sigue preparando platillos icónicos como el borrego asado, las costeletas de borrego empanadas, el arroz de pombo y especialidades de porco preto. A lo largo de sus ocho décadas, O Fialho se ha convertido en una parada obligatoria para personalidades de todo el mundo. Entre sus mesas han estado el rey Juan Carlos de España, Mário Soares, y el expresidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, quien tras su visita lo recomendó en la revista Forbes, impulsando la clientela brasileña.

Fotografías de celebridades como Tony Blair y John Malkovich adornan sus paredes, testimoniando su prestigio. José Manuel Santos, presidente de Turismo do Alentejo e Ribatejo, lo describe como “el farol de la gastronomía de Évora, del Alentejo y hasta del País”. A pesar de su éxito, el futuro generacional es incierto, ya que los hijos de los actuales dueños no muestran interés en continuar el negocio, lo que plantea un desafío para la preservación de este legado culinario.