El nombre original surgió de un comentario de su mejor amigo, quien le dijo que su croissant era “el mejor de nuestra calle”.

Ahora, al eliminar la palabra “minha” (mía), la marca adopta un enfoque más inclusivo y universal.

Este cambio de nombre viene acompañado de una nueva identidad visual, que abandona el logo artesanal anterior por una tipografía más limpia y moderna, con tonos más cálidos y rojizos. Para celebrar esta nueva etapa, la cadena ha lanzado un croissant de edición especial con sabor a canela, inspirado en los colores de su nueva imagen. A pesar de la renovación, la oferta principal se mantiene, permitiendo a los clientes personalizar sus croissants con una variedad de rellenos dulces, como mermelada de fresa o crema de avellanas, y salados, como las opciones con jamón y queso, salmón o atún.