Esta crítica apunta a un fenómeno de saturación turística y gentrificación que, según él, está desplazando a los negocios orientados al público local.

Su nuevo restaurante en Alhandra está, en sus palabras, “pensado para portugueses”, ajustando los precios sin sacrificar la calidad de su producto estrella: la carne de razas autóctonas como la maronesa, arouquesa y minhota, madurada por él mismo.

El nuevo local, más grande que el anterior, cuenta con capacidad para 80 personas y una decoración rústica que evoca una casa familiar minhota.

La carta mantiene los platillos que hicieron famosa a la Taberna do Lopes, como la carne de buey castrado del Barroso y el T-Bone, además de incorporar platos típicos del Miño como el bacalhau à minhota y la vitela no forno. Con este cambio, Lopes no solo busca un entorno de negocio más sostenible, sino que también hace una declaración sobre el futuro de la restauración en el centro de Lisboa.