La tasca, ubicada en la Rua Dr. Alberto de Macedo, es famosa por sus tradicionales “sandes de presunto” (sándwiches de jamón) acompañadas de un vaso de vino Espadal. Sin embargo, su importancia trascendía la comida; era un lugar de encuentro y convivencia. Su fanatismo por el Boavista FC era legendario, y el restaurante se convirtió en un santuario para jugadores, directivos y seguidores del club, con sus paredes adornadas de camisetas, bufandas y fotografías. Un momento que define su generosidad ocurrió en 2001, cuando el Boavista se proclamó campeón nacional; en la Badalhoca, “houve comida e bebida para todos e ninguém pagou, foi oferta da casa”.
Además de los sándwiches, servía otros platillos regionales como bifanas, rojões y bucho.
El club de fútbol ya ha manifestado su pesar, describiendo el local como un lugar que “respirava Boavista em cada gesto”, y anunció que se guardaría un minuto de silencio en su honor. Su fallecimiento marca el fin de una era para una de las tascas más queridas de Oporto, dejando un legado de hospitalidad y pasión comunitaria.







