La simplicidad es la clave del concepto.
Para acompañar el bife, los comensales pueden elegir entre guarniciones cuidadosamente elaboradas, como papas doblemente fritas con romero, puré de papa con mantequilla de trufa, o arroz de champiñones con espuma de parmesano. También hay tres salsas clásicas disponibles: Bearnaise, pimienta o mayonesa de trufa.
Una de las particularidades más atractivas de Blade es que la entrada y el postre son cortesía de la casa. Al llegar, los clientes reciben palomitas de trufa y parmesano, y al final de la comida, se les entrega una ficha que pueden canjear por un helado en cono.
El ambiente del local es informal y moderno, con capacidad para 75 personas en el interior y 18 en la terraza.
Con una carta de bebidas que incluye cocteles de autor, vinos y sodas caseras, Blade se posiciona como una opción atractiva para quienes buscan una comida sabrosa, rápida y sin complicaciones en una de las zonas más concurridas de la capital.







