Esta iniciativa estratégica busca descentralizar la oferta cultural y fomentar un diálogo artístico a nivel nacional.
El análisis de la programación de este año revela un eje curatorial deliberado y significativo: la priorización de las mujeres, con un énfasis particular en las creadoras indígenas. Valeria Palomino, directora de Promoción y Festivales Culturales de la Secretaría de Cultura, afirmó que este compromiso es una política cultural tangible, declarando que “la presencia femenina no es un tema decorativo; constituye un eje que atraviesa toda la programación”. Esta visión se materializa en el estreno de cinco obras comisionadas a compositoras de Latinoamérica y en una muestra de cine de realizadoras indígenas. La colaboración interinstitucional es clave para el éxito del Circuito, con alianzas estratégicas con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro Nacional de las Artes (Cenart), que fungen como sedes y co-organizadores en la Ciudad de México. Con Veracruz y Reino Unido como invitados de honor, el festival contará con la participación de 815 artistas en una oferta que incluye ópera, como *Elektra* de la Compañía Nacional de Ópera; teatro de vanguardia, con *Terebrante* de Angélica Liddell; y música de culto, con la presencia de Sun Ra Arkestra. La iniciativa del Circuito no solo amplía la audiencia del festival, sino que también, en palabras de Palomino, “permite la detonación de conversaciones y reflexiones entre comunidades que desde distintos espacios comparten una misma experiencia”.