El concierto, dividido en cuatro actos, se desarrolló como una narrativa teatral. Cazzu apareció en una escenografía que evocaba una casa en ruinas para interpretar temas como "Ódiame", donde incluso bailó tango.

A lo largo del show, la artista transitó por diferentes atmósferas, desde la sensualidad en "Miedo" y "Toda/Loca" hasta la celebración del perreo con "Peli-culeo". Uno de los momentos más emotivos fue cuando dedicó la canción "Inti" a su hija, mientras el público iluminaba el recinto con luces amarillas, un gesto que conmovió visiblemente a la cantante. Además, rindió homenaje a la música mexicana con un cover de "No me enseñaste" de Thalía, mostrando su versatilidad vocal. Durante el concierto, Cazzu se dirigió directamente a su público, agradeciendo el apoyo y compartiendo un mensaje de autoaceptación: "A mí me gusta ser imperfecta, espero que a ustedes les guste como son".

También aprovechó la plataforma para hacer un llamado a detener el odio en las redes sociales, pidiendo "amor, todo amor".

La respuesta del público fue de total entrega, coreando sus éxitos y aclamándola con gritos de "¡Cazzu, hermana, ya eres mexicana!

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