Ni estamos alineados a cualquier ‘cuarta transformación’.

¡Que chinguen a su madre!”.

La declaración fue recibida con vítores por un público que históricamente ha conectado con el discurso irreverente y crítico de Molotov. La crítica no pasó desapercibida y generó una rápida reacción en redes sociales, donde incluso uno de los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador respondió, afirmando que “hace rato que los de Molotov dejaron de ser relevantes”.

Este intercambio avivó el debate sobre la relación entre la música y la política en el México actual. La noche también tuvo un componente emotivo con la reaparición del guitarrista Tito Fuentes, quien se había alejado de los escenarios por motivos de salud. Su regreso fue uno de los momentos más celebrados, con el público coreando su nombre mientras interpretaba temas de su autoría como “Here we kum” y “Voto latino”. El concierto, que contó con invitados como Pato Machete, confirmó que, tras 30 años, la furia y la sátira de Molotov siguen vigentes y resonando con una audiencia que valora su capacidad para desafiar al poder.