Sin embargo, fue su victoria en Álbum del Año la que selló la noche, un reconocimiento a un trabajo discográfico que ha sido aclamado por su exploración de ritmos que van desde el reguetón y el trap hasta homenajes a la música de su natal Puerto Rico. Al recibir el premio, el cantante ofreció un emotivo discurso: “Este premio se lo quiero dedicar a todos los niños y los jóvenes de Latinoamérica, y especialmente a los de Puerto Rico. Nunca paren de soñar y de ser ustedes. No importa de dónde venga, nunca olvide de dónde viene, pero sin olvidar para dónde va”.

Con estas palabras, reafirmó su conexión con sus raíces y su rol como inspiración para las nuevas generaciones. La gala, que parecía diseñada para su consagración, también tuvo sorpresas, como la victoria de Alejandro Sanz en Grabación del Año, quien bromeó al disculparse con el puertorriqueño: "Benito, te lo he robado, perdóname". A pesar de no llevarse todos los premios a los que aspiraba, la noche fue un testimonio del impacto cultural y artístico de Bad Bunny, cuya música sigue redefiniendo las fronteras de lo latino en el escenario mundial.