Otros artistas como Carín León, Kany García, Fito Páez y Aitana también subieron al escenario para reinterpretar clásicos del "Divo de Linares".

Visiblemente emocionado, Raphael agradeció el tributo: “He tenido tantos conciertos, uno detrás de otro, y me han hecho la persona más feliz del mundo”, expresó.

El artista de 82 años, quien recientemente superó un linfoma cerebral, cerró la noche con una potente interpretación de "Qué sabe nadie" y "Mi gran noche", demostrando que su energía escénica permanece intacta.

En la alfombra roja, aconsejó a las nuevas generaciones tener "más romanticismo y un poquito menos ritmo".

El homenaje no solo celebró su carrera, sino también su resiliencia y su estatus como un ícono que ha trascendido fronteras y épocas, uniendo a la música hispana bajo su inconfundible estilo dramático e interpretativo.