Ambas bandas, lideradas por figuras femeninas icónicas, demostraron su vigencia y conectaron profundamente con una audiencia mayoritariamente "chavorruca" que coreó sus himnos con fervor.

4 Non Blondes, en su debut en el festival, ofreció uno de los momentos más emotivos de la tarde.

La vocalista Linda Perry, con su voz intacta, no solo interpretó el clásico esperado "What’s Up? ", sino que también aprovechó el escenario para alzar la voz por los migrantes. Antes de cantar "Drop The Bomb", Perry explicó que la canción está inspirada en la problemática migrante y las políticas del ICE en Estados Unidos, un mensaje que resonó fuertemente entre el público.

Por su parte, Garbage, con Shirley Manson al frente, arrasó en el escenario Doritos, saldando una deuda pendiente tras su cancelación en 2024. Manson, con su característica actitud desafiante y sabia, agradeció el apoyo incondicional de México durante tres décadas.

“Hemos venido durante 30 años.

México es un lugar muy especial para nosotros y no podríamos estar en un mejor lugar”, expresó la vocalista escocesa.

A pesar de una falla técnica con las pantallas al inicio de su set, la banda entregó un show contundente con clásicos como "I Think I’m Paranoid", "Stupid Girl" y "I’m Only Happy When It Rains", además de dedicar "Cherry Lips (Go Baby Go!)"

a la comunidad LGBTQ+.

La presentación de ambas bandas fue un claro testimonio del poder perdurable del rock alternativo de los 90 y su capacidad para evocar una memoria colectiva.