Su programa incluyó obras del compositor local Miguel Bernal Jiménez, a quien también rindió homenaje el organista Ricardo Alí Álvarez.

La diversidad sonora continuó con el Ensamble Sinfonietta, que ofreció un repertorio que viajó desde el compositor mexicano Javier Álvarez hasta clásicos de Chaikovski y Gardel. Uno de los pilares del festival es su vertiente formativa, que este año incluyó diez actividades académicas, como la clase magistral impartida por el Cuarteto Q-Arte a ensambles de cuerda de la Facultad Popular de Bellas Artes. Sin embargo, el proyecto de mayor trascendencia social es la Orquesta y Coros Miguel Bernal Jiménez, que a lo largo de 12 años ha beneficiado a 900 familias de zonas marginadas. Verónica Bernal, directora del FMM, señaló que el proyecto actualmente atiende a 200 niños en colonias como Prados Verdes y la Industrial, utilizando la música como una herramienta de disciplina, trabajo en equipo y autoestima para ofrecerles “otra forma de vida”.