Aunque las autoridades inicialmente declararon que se trató de un suicidio, la familia ha sostenido que fue un asesinato, un caso que, según denuncian, sigue impune. La coincidencia de dos muertes de mujeres en circunstancias similares y bajo la misma administración municipal ha intensificado el escrutinio sobre los protocolos de detención y la seguridad en los separos de Salina Cruz. La Fiscalía ha desplegado personal ministerial y pericial, incluyendo un equipo especializado de la Fiscalía de Feminicidios, para esclarecer las causas del deceso y determinar si existió alguna responsabilidad por parte de los custodios.