Testigos relataron que sujetos armados a bordo de varios vehículos llegaron y, sin mediar palabra, abrieron fuego contra ellos.

En el lugar fallecieron siete hombres, mientras que un sobreviviente, identificado como Jesús Santiago de 22 años, fue trasladado a un hospital en estado grave. La masacre no es un hecho aislado, sino que se enmarca en una semana de violencia intensificada en Valle de Santiago. Previamente, se registraron incendios de al menos seis vehículos en las carreteras que conectan con Jaral del Progreso y Yuriria durante las festividades patrias, actos que el gobierno estatal inicialmente calificó como “hechos aislados”.

Sin embargo, la violencia continuó con más vehículos incendiados en días posteriores. Ante la masacre, el secretario de Gobierno, Jorge Jiménez Lona, confirmó que el ataque derivó de “una disputa que se está dando entre dos grupos, uno local y otro del estado vecino”, y aseguró que se redobló la seguridad en la zona con el apoyo del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional. Este suceso evidencia la crítica situación de seguridad en Guanajuato, que se mantiene como uno de los estados con mayor número de homicidios en el país.