Ningún agente del ICE resultó herido.

Las investigaciones del FBI revelaron una alta planificación y una clara motivación ideológica.

Jahn dejó notas manuscritas donde expresaba su odio hacia el gobierno y su deseo de infundir "verdadero terror a los agentes del ICE".

En la escena se encontraron balas con la inscripción "ANTI-ICE".

Horas antes del ataque, el agresor había realizado búsquedas en internet sobre información balística, había descargado una lista de instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y había buscado aplicaciones que rastreaban la presencia de agentes migratorios. Como respuesta inmediata, el DHS ordenó reforzar la seguridad en todas sus instalaciones a nivel nacional.

El incidente ha sido contextualizado dentro de un clima de creciente retórica política contra las agencias de inmigración y un aumento de la violencia con motivaciones políticas en el país.