Esta iniciativa bilateral busca cortar el suministro de armamento que fortalece a las organizaciones criminales mexicanas. El anuncio se realizó durante una gira de la mandataria por Mazatlán, Sinaloa, donde destacó que el acuerdo se logró en la primera reunión del Grupo de Implementación de Seguridad México–Estados Unidos, un mecanismo derivado de las recientes negociaciones con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Sheinbaum enfatizó un cambio de enfoque en la agenda bilateral, declarando: “Siempre dicen que el tema central es lo que va de México para Estados Unidos. Pero ahora dijimos, por primera vez, que lo primero que se discuta son las armas que vienen de Estados Unidos a México”.

El embajador de EE.

UU. en México, Ron Johnson, calificó la iniciativa como un “antes y un después en la cooperación bilateral”. Entre las metas de la “Misión Cortafuegos” se incluyen el aumento de operativos fronterizos, la expansión del sistema de rastreo de armas eTrace y la tecnología de imágenes balísticas a las 32 entidades federativas, la creación de plataformas más robustas para el intercambio de información y un incremento en las investigaciones y procesamientos conjuntos. La presidenta subrayó que esta colaboración se basará en el respeto a la soberanía, afirmando que “nos coordinamos, colaboramos pero nunca nos subordinamos”.