La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) investiga los hechos y explora múltiples líneas, incluyendo conflictos agrarios y denuncias previas por actividades ilícitas en la región. El suceso comenzó el lunes 29 de septiembre, cuando habitantes de la comunidad de Tomellín retuvieron a cinco individuos que viajaban en una camioneta GMC Acadia, a petición de pobladores de Texcatitlán, quienes los acusaban de haber robado en una miscelánea y de ser cobradores violentos.

Las víctimas fueron identificadas extraoficialmente como Juana P.T., Martín G.L., Miguel Alberto M.G., Santiago M.M.CB., y José Benjamín H.R.

Tras ser retenidos, fueron trasladados a la cabecera municipal, donde la situación escaló.

El martes 30 de septiembre, un operativo conjunto de la FGEO, Guardia Nacional y Policía Estatal, que buscaba a las cinco personas reportadas como desaparecidas, localizó sus restos humanos calcinados en el paraje conocido como Llano Amarillo. La FGEO informó que la intervención inicial se vio complicada por la resistencia de la comunidad.

Los cuerpos fueron trasladados al Instituto de Servicios Periciales para realizar análisis de ADN que permitan confirmar sus identidades.

La fiscalía ha obtenido indicios que sugieren que los fallecidos podrían estar vinculados con cobros indebidos.

Este acto de justicia por propia mano ha puesto de manifiesto las tensiones sociales y la desconfianza en las autoridades en esta zona de la Sierra de Flores Magón.