Este suceso subraya la extrema violencia que enfrentan las corporaciones policiales en regiones disputadas por el crimen organizado. La emboscada ocurrió la mañana del 7 de octubre en la carretera que conecta Ocampo con Moris, cuando 16 agentes que se dirigían a realizar un cambio de turno fueron atacados desde un cerro por un grupo armado. La agresión provocó la muerte de los suboficiales Ana Esmeralda Arteaga Arroyo, Germán Peralta Hernández y Guillermo Aguirre Palma. En respuesta, el secretario de Seguridad, Gilberto Loya Chávez, ordenó un despliegue sin precedentes con más de 200 elementos de la SSPE, Ejército, Guardia Nacional y la Fiscalía General del Estado (FGE), apoyados por 40 unidades, dos helicópteros y drones. Loya advirtió que “no habrá tregua” y que irán “con toda la fuerza del Estado” para capturar o abatir a los responsables.

Las autoridades atribuyeron el ataque a “La Línea”, brazo armado del Cártel de Juárez. El operativo resultó en la detención de nueve personas, entre ellas una mujer, identificados como presuntos miembros de la célula criminal. Entre los detenidos figura Diego “C”, esposo de la exalcaldesa de Moris, Perla López Pérez. Durante las capturas, se aseguró un arsenal que incluía 13 armas de fuego, 40 cargadores, más de 1,700 cartuchos, equipo táctico, droga y tres vehículos. El fiscal general, César Jáuregui Moreno, confirmó que los detenidos colaboraban con el grupo delictivo y que se coordinan con autoridades de Sonora para evitar que los líderes prófugos escapen hacia esa entidad.