El resultado fue la muerte de cinco personas en el lugar y una más durante su traslado a un hospital en Tampico.

Informes de medios locales indican que las víctimas eran trabajadores agrícolas y no hay indicios de que estuvieran armados. La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que el caso no quedará impune y que se revisará completamente la actuación de los soldados, enfatizando que su gobierno no es “la guerra contra el narco de Calderón” donde se permitía disparar, sino que ahora el uso de la fuerza letal solo se justifica en respuesta a una agresión. La Sedena informó que los militares involucrados fueron relevados de sus funciones y puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) en Tampico, que ya abrió una carpeta de investigación, al igual que la Fiscalía General de Justicia Militar.