“Me han humillado, gritado, madreado, hasta acosado”, confesó Stephany, añadiendo que temía ser arrestada si persistía en su denuncia.

La familia de la joven, quien llevaba solo diez meses en la institución, ha desmentido la versión del accidente y exige que el caso sea tratado como feminicidio. Su sepelio se llevó a cabo en su natal Ajalpan en medio de llanto y reclamos de justicia contra la Guardia Nacional.

Las autoridades federales han iniciado la búsqueda del sargento prófugo, y se ha emitido una comunicación interna para su localización y detención como presunto responsable del delito.