Argumentaron que el joven presenta un “daño emocional” y ha sido atendido por especialistas desde 2021, quienes advirtieron que podría atentar contra su vida o cometer otros actos criminales.

La defensa propuso su internamiento en un centro de salud mental bajo supervisión. Sin embargo, el juez negó la solicitud y únicamente modificó la medida a prisión preventiva justificada, lo que en la práctica significa que continuará su proceso en el Reclusorio Oriente. El abogado defensor lamentó la decisión, señalando que el Ministerio Público no aportó “datos objetivos ni imparciales” para sustentar que su cliente representa un peligro para la sociedad y que la prisión preventiva vulnera sus derechos humanos al no recibir la atención médica que requiere.