Fueron interceptados por civiles armados que les dispararon en múltiples ocasiones, causándoles la muerte en el lugar.
Inmediatamente, se activó un operativo masivo por tierra y aire con elementos del Ejército, Guardia Nacional y policías de los tres niveles de gobierno. Los agresores, que inicialmente viajaban en un vehículo Jeep Rubicón blanco, lo abandonaron en el centro de la ciudad y despojaron a un civil de un Toyota Corolla para continuar su huida.
Gracias al rastreo del GPS del vehículo robado, las autoridades lograron interceptarlos en el bulevar Leyva Solano.
Los cuatro detenidos, identificados como Pilar Guadalupe “N”, Alejandro “N”, el menor Carlos Abraham “N” y Edgar Zamudio Rosales, de 23 años, fueron capturados con un arsenal que incluía seis armas largas, cuatro cortas, granadas y equipo táctico.
La Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal rindió un homenaje póstumo a los oficiales caídos, reconociendo su entrega y vocación de servicio.










