El crimen fue orquestado por Karla Daniela “N”, quien fingió un embarazo durante meses para engañar a su pareja que reside en Estados Unidos.

Para sostener su mentira, planeó el robo de la bebé con la ayuda de Anabel “R”, una empleada de limpieza del Hospital Materno Infantil de Durango, quien le proporcionó información clave sobre los horarios del área neonatal y la ubicación de la recién nacida. El 23 de octubre, Karla Daniela ingresó al hospital vestida con ropa quirúrgica y, tras evadir los controles de seguridad, sustrajo a la menor ocultándola dentro de una mochila. Mantuvo a la bebé privada de su libertad, poniéndola en riesgo al no suministrarle los medicamentos y alimentos especiales que requería. Sin embargo, al enterarse de la detención de su cómplice, Anabel “R”, entró en pánico y abandonó a la niña dentro de una bolsa en un jardín cercano a su domicilio. Un reporte ciudadano al 911 permitió la localización de la bebé, quien fue trasladada a un hospital para su valoración y posteriormente reunida con sus padres. Ambas mujeres fueron detenidas e ingresadas al Centro de Readaptación Social, enfrentando cargos por la sustracción de la menor. El caso ha generado un debate sobre la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad y la verificación de antecedentes del personal en los centros de salud.