En el lugar murieron tres hombres, uno de ellos identificado como alias “Lalito”, presunto jefe de plaza de una célula criminal. Una mujer, ajena al conflicto, fue alcanzada por una bala perdida y falleció horas después en un hospital de Córdoba.

Además, tres agentes ministeriales resultaron heridos.

Tras el tiroteo, la Secretaría de Seguridad Pública implementó el Mando Único en Atoyac, desarmó a la policía municipal y detuvo a cinco agentes por su presunta colaboración con el grupo armado, mientras que otros 21 fueron trasladados a Xalapa para pruebas de control de confianza. El comandante de la policía local, Levy Argujillo Morales, se encuentra prófugo y es investigado por su posible participación en la protección de actividades delictivas en la región. Las autoridades aseguraron armas largas, patrullas y teléfonos celulares que podrían comprometer a más miembros de la corporación.