El informe del WJP evalúa ocho factores clave, y México presenta calificaciones reprobatorias en áreas críticas.

En “Ausencia de corrupción”, obtuvo apenas 0.27 puntos, ubicándose en el puesto 134, lo que refleja un entorno de sobornos, influencias indebidas y apropiación de fondos públicos. En “Justicia penal”, que mide la efectividad de la investigación y el castigo de delitos, la calificación fue de 0.25 (lugar 135), mientras que en “Justicia civil”, que evalúa el acceso a la resolución de conflictos, fue de 0.35 (lugar 134). El rubro de “Orden y seguridad” también es alarmante, con una calificación de 0.50 y el puesto 132, reflejando la persistencia de la violencia y el crimen. El único rubro donde México no aparece en una zona crítica es “Gobierno abierto”, con una calificación de 0.56.

El WJP advierte que el retroceso global del Estado de derecho se atribuye principalmente al aumento del autoritarismo y al debilitamiento de los controles al poder gubernamental.