La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad la nueva Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar los Delitos en Materia de Extorsión, una iniciativa impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. La legislación, que obtuvo 456 votos a favor, establece un marco jurídico uniforme en todo el país para combatir un delito que, según autoridades como el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, no ha dejado de crecer. La nueva ley establece que la extorsión se investigará de oficio, permitiendo que las víctimas puedan denunciar de manera anónima a través del número 089 para proteger su integridad. Las penas se endurecen, con sanciones que van de seis a quince años de prisión y multas.
Además, se contemplan agravantes que pueden elevar la pena hasta 25 años si el delito se comete contra menores, migrantes, mujeres embarazadas, o si es perpetrado por servidores públicos o mediante medios digitales.
Un punto clave es la prohibición de beneficios preliberacionales para los sentenciados, salvo que colaboren eficazmente con las autoridades. La ley también ordena la creación del Centro Nacional de Atención a Denuncias por Extorsión, dependiente de la SSPC, y exige que los centros penitenciarios instalen tecnología para bloquear las comunicaciones, ya que muchas extorsiones se originan desde las cárceles. A pesar del respaldo unánime, legisladores de oposición, como el panista José Guillermo Anaya, señalaron que la ley no contempla recursos adicionales para su implementación, lo que podría convertirla en “una guerra sin fusil”.
En resumenLa aprobación unánime de la Ley General contra la Extorsión establece penas más severas, la persecución de oficio y la denuncia anónima para combatir este delito a nivel nacional. Aunque representa un avance significativo, su efectividad dependerá de la correcta implementación y asignación de recursos, un punto que genera preocupación entre algunos legisladores.