La Fiscalía General del Estado (FGE) detuvo a los presuntos responsables, Guillermo Alejandro “N” y Briseidy “N”, por fraude y delitos contra el medio ambiente y la fauna.

El caso se destapó cuando ciudadanos encontraron más de 150 cadáveres de perros y gatos en estado de descomposición, arrojados en bolsas de plástico en tres predios baldíos de la colonia Barrio Bravo, cerca del establecimiento.

Algunos dueños reconocieron a sus mascotas por las mantas con las que las habían entregado.

La FGE ha recibido hasta ahora 80 denuncias formales de familias afectadas, aunque se estima que podrían ser más de 300. La empresa, que operaba sin permisos municipales, cobraba entre 1,500 y 2,800 pesos por servicios que incluían ceremonias de despedida y apoyo tanatológico, pero las inspecciones revelaron que los hornos de cremación nunca fueron utilizados. Guillermo Alejandro “N”, el propietario, tenía antecedentes por fraude desde 2013, mientras que Briseidy “N” se encargaba de recibir los pagos y realizar los rituales fraudulentos. La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, condenó los hechos y aseguró que “no habrá impunidad”, instando a todos los afectados a presentar sus denuncias para fortalecer la investigación. Las autoridades continúan con las diligencias y la búsqueda de más restos en la zona, en un caso que ha causado profunda indignación por el engaño y el trato cruel hacia los animales.