Los vigilantes, identificados como Isaac Brian “N”, Noé “N”, Luis Alberto “N” y José Rodrigo “N”, presuntamente sometieron a Mondragón durante un altercado.
La necropsia realizada por el Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses (Incifo) reveló que la causa de muerte fue “asfixia por estrangulamiento”, lo que contradice la versión inicial de la UNAM, que había comunicado que el aficionado se había desvanecido. El juez de control basó su decisión en estos peritajes, que sugieren que a la víctima le aplicaron una maniobra de sujeción conocida como “llave china”. Se fijó un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria, durante el cual los imputados permanecerán en el Reclusorio Oriente. Familiares y amigos de la víctima se manifestaron a las afueras de los juzgados para exigir justicia y una investigación transparente que incluya a los mandos superiores de la seguridad universitaria, acusándolos de intentar ocultar los hechos. El caso ha generado indignación y ha abierto un debate sobre los protocolos de actuación del personal de seguridad en eventos masivos dentro de las instalaciones de la máxima casa de estudios.













