Durante la audiencia, el Ministerio Público presentó testimonios protegidos que señalan a Cristopher “N” como el vínculo que, mediante engaños, atrajo a las víctimas. Por su parte, el imputado negó los cargos, afirmó no ser conocido como “El Comandante” y denunció haber sido torturado por la fiscalía tras su detención, lo que llevó a la jueza a ordenar una investigación por dicho delito.

Se fijó un plazo de un mes y quince días para la investigación complementaria.